domingo, 24 de febrero de 2013

SANAR CON LA ENERGÍA DE LOS ARBOLES

La energía de los árboles. 

Cada uno de nosotros debería mantener relación con la naturaleza y la energía de los árboles.

Para comprender el uso de ese contacto con los árboles necesitamos observas al árbol con cariño, apreciar sus detalles, su tronco, sus hojas y tomar contacto con él. 

Eligiremos un árbol que nos atraiga por su belleza, su majestuosidad,, su fuerza.

Es necesario no sólo contemplar, sino sentirlo como un ser vivo, y tratar de ponerse en contacto con él.

El encuentro con la energía del árbol nos permitirá un encuentro con nosotros mismos, con nuestra sabiduría interior. 


Pintura de Alice Mason- Winter Tree-


Cada árbol como todo ser humano tiene un campo de energía. Este campo de la energía nos puede irradiar al estar cerca de él.

El intercambio con un árbol es importante, elegir un árbol que te atrae, por su poder de forma, su grandeza, su esplendor, mirar sus hojas, sus colores, sus frutos, el poder de su tronco. 

El árbol puede actuar sobre tu estado de salud, tu estado de bienestar, te ayuda a recuperar la compostura, un estado de alegría o de serenidad. Mantén esta imagen...podrás así liberarte de tus tensiones. 

El contacto con la selva, con el bosque, con el árbol, te da alegría y una profunda sensación de plenitud. 

El árbol está vivo... contacta con el árbol de tu elección. La energía del árbol se convierte en el médico... Tu amigo... 

¿Puede curar tus dolores de cabeza, su malestar?... Elije tu árbol... Habla con su árbol. Es tu amigo. 

UTILIZAR LOS CINCO SENTIDOS... Energía... La energía del árbol.  Esto te ayudará en tu transformación. 

El árbol es un símbolo del poder por su verticalidad, vincula la Tierra con el Cielo





sábado, 23 de febrero de 2013

NUESTROS VALORES

La integridad ética requiere tanto de la inteligencia de entender que el presente es el fruto de elecciones pasadas, como del valor de involucrarnos en ella como el escenario donde se crea lo que vendrá. Nos faculta a abrazar la ambigüedad de un presente atado a un pasado irrevocable y libre para un futuro indeterminado.

La integridad ética no es certeza moral. Una certeza a priori sobre lo que es correcto o no, es incompatible con un mundo cambiante e inseguro, para el cual el futuro está abierto, listo a nacer de las elecciones y los actos. Esa certeza puede consolar y fortalecer, pero puede entorpecer la percepción de lo único de cada momento ético. Cuando nos enfrentamos con las complejidades del momento, sin precedentes e irrepetibles, la pregunta correcta no es...qué es lo correcto para hacer? sino.. qué es lo compasivo para hacer? Esta elección puede ser enfrentada con integridad pero no con certeza. Al aceptar que cada acción es un riesgo, la integridad acepta la facilidad que la certeza desdeña.


La integridad ética es amenazada tanto por el apego a la seguridad de lo conocido, como por el miedo a la inseguridad de lo desconocido. Es propensa a ser azotada sin remordimientos por los vientos del deseo y del temor, duda y preocupación, fantasía y egoísmo. Cuanto más nos acercamos a estos, más se erosiona nuestra integridad y nos encontramos arrastrados por una ola de hábito psicológico y social. Al responder a un dilema moral, repetimos las palabras y gestos de un padre, una autoridad moral, un texto religioso. Aunque el condicionamiento moral puede ser necesario para la estabilidad social, no sirve como paradigma de integridad.


A veces, sin embargo, actuamos en una forma que nos sorprende. Un amigo nos pide consejo sobre una difícil elección moral. En vez de consolarlo con perogrulladas o con la sabiduría de otro, decimos algo que ignorábamos saberlo. Tales gestos y palabras brotan del cuerpo y la lengua con una espontaneidad sorprendente. No podemos llamarlos “nuestros” pero tampoco los hemos copiado de otros. La compasión ha disuelto la fortaleza del ego. Saboreamos, por un pocos segundos estimulantes, la libertad creadora del despertar.



                                                              Sabiduría tibetana



jueves, 14 de febrero de 2013

EL AMOR ES HIJO DE LA LIBERTAD

Las personas que despliegan emociones agresivas hostiles, como la cólera, los celos, la envidia, el odio y la crueldad, lejos de ser fuertes demuestran inmadurez, debilidad, miedo y fracaso. En el fondo son como niños que se sienten débiles, dependientes e inseguros, y cuando ven contrariados sus deseos, reaccionan agresivamente. Desconfían y necesitan controlar y alardear de sus posesiones , o lo que ellos creen que les pertenece, incluso amargando por ello a sus sus parejas y amigos. En cambio, las personas verdaderamente fuertes saben ser dulces y amables, respetan la libertad y la manera de obrar de sus semejantes. 

La posesión exagerada que se expresa en las situaciones de celos en la pareja provienen de una inmadurez psicológica que lleva a la persona a sofocar a la persona amada con controles y dudas que finalmente socavan la relación amorosa.

La inseguridad tiene varias causas,una de ellas esta fundada en la propia inseguridad del vínculo, muchas veces por idealización del otro y poco conocimiento real de la persona y de si mismo, otras de las causas mas frecuentes provienen de anteriores parejas amorosas que han dejado traumas que no han sido elaborados, y el temor a la repetición de dichos acontecimientos 

Psicológicamente, los celos son parte de un comportamiento histérico-depresivo y de obsesión por mantener en exclusiva a la persona que desesperadamente se cree amar, se presenta con más frecuencia en mujeres que en hombres. Este desorden del comportamiento en la personalidad, afecta el panorama pasional del celoso que representa posesividad para obtener tales o cuales personas u objetos que cree solamente le pertenecen y esto retroalimenta o desencadena más los celos que parecen no tener fin.
Inmadurez y celos patológicos:
Nos podemos dar cuenta de que nosotros o nuestra pareja es celosa al reconocer los siguientes puntos:

1. Al incorporar un tercero imaginario en la relación de pareja (supuesto amante).
2. El sujeto no sabe cómo controlar sus celos, porque no tiene conciencia de ello.
3. Se mantiene vigilante de situaciones cotidianas revisando objetos personales de su pareja.
4. Percibe e interpreta hechos cotidianos de manera errónea, pero siempre relacionado a los celos, es decir, busca siempre justificar una situación de infidelidad o engaño.
5. Existe una imposibilidad de controlar impulsos, pensamientos, percepciones falsas que se le autoimponen.
6. Los celos producen discusiones diarias en la pareja, ya que el otro se siente incómodo, no logra comprender del todo la situación generando impotencia y malestar .
7. Se busca tener el control sobre la pareja. Es incapaz de disfrutar de la compañía de su pareja porque solo atiende a controlar lo que hace y vigilar sus pasos.
8. Insisten exageradamente en hacer jurar al otro que son las únicas personas en su vida.
9. Algunas veces alucinación de olores o fragancias de otra persona.
10. El llegar tarde a casa es uno de los reclamos más frecuentes.
11. Muestra mucha inseguridad, con poca o nula autoestima.

Es difícil que el celoso deje de reclamar pruebas ya que siente que es la única forma eficaz de calmarse, así es frecuente que sólo se produzca un cambio con ayuda especializada. Lo que ocurre es que para que se precipite la necesidad de cambio la víctima deberá fortalecerse para poner freno a las demandas obsesivas (Azor, 2010).

Hay que recordar que no se puede obligar a nadie a pedir explicaciones de qué hace o deshace, dónde está o con quién, si no que hay que tener la suficiente confianza para no dudar y esperar a que la otra persona nos cuente por sí misma sus cosas. Por supuesto cuando los celos rondan cerca, da igual lo que nuestra pareja nos cuente porque siempre estará la duda de si nos estará mintiendo. Todo esto lleva a un circulo vicioso, cuanto más persigue, agobia y más deseos de control tiene la persona celosa, más querrá separarse de su lado la persona amada. Así que o se rompe este círculo vicioso o se romperá irremediablemente la pareja.

Por eso la terapia para el celoso consiste en ayudarle a que recupere su dignidad, que eleve su autoestima, y confíe en sí mismo y en la persona amada. Su mismo sufrimiento le ha servido para aprender algo muy importante: que de nada sirve mantener una relación a presión, de manera tan forzada y violenta (los celos son siempre un modo de violencia), y que el amor es hijo de la libertad. Nadie puede amar por exigencia de presiones, ni por decreto. La terapia del celoso consiste en ayudarle a que viva la experiencia de que no se puede tener confianza en el otro si primero no existe la confianza en sí mismo (Ysern, 2010).



Rasgos de la personalidad inmadura

La característica saliente es la inseguridad, pudiendo presentar los siguientes rasgos:
-sentimiento de inferioridad ante cualquier persona que consideran que puede ocupar su lugar, lo quieren aprender todo desmesuradamente, sin darse cuanta de que pueden ser buenos en lo que está a su alcance sin tener que imitar;
-angustia y nerviosismo
-afán de perfeccionismo
-rigidez que provoca conflictos con los demás, que tienen otras formas de actuar o de pensar;
-pesimismo: miedo a equivocarse, quieren ser los mejores a cualquier precio;
-duda e indecisión: dependen siempre de alguien o de las innumerables metas que se van marcando;
-obsesivos: para no equivocarse, planean todo
-elevada autoexigencia
-extroversión: se vuelven hacia los demás, van de generosos y buenas personas, pero no se conocen. 
En ocasiones, son o aparentan lo contrario; hacen creer que son implacables, duros y fuertes.
-baja tolerancia a la frustración;
-inestabilidad de ánimo
-respuestas emocionales desmesuradas; susceptibilidad, creen que todo va dirigido a ellos.
Como consecuencia de todo ello aparecen obsesiones, depresiones, fobias y angustia.
REVISA TUS EMOCIONES, RECONOCE TUS ACCIONES Y TRABAJALAS 

Que tu actitud no estropee un día de celebración como el de hoy....
FELIZ SAN VALENTÍN!!!!

domingo, 10 de febrero de 2013

QUERIDO HUMANO-ESTRELLA

Hay personas Estrella y hay personas Cometa.

Los Cometa pasan. Apenas son recordados por las fechas que pasan y vuelven.
Los Estrella, en cambio, permanecen.
Hay mucha gente Cometa. Pasa por nuestra vida apenas por instantes; no cautiva a nadie, y nadie la cautiva. Es gente sin amigos, que pasa por la vida sin iluminar, sin calentar, sin marcar presencia...


..Lo importante es ser Estrella. Hacer sentir nuestra presencia, ser luz, calor, vida. 

Los amigos son Estrella. Los años pueden pasar, pueden surgir distancias, pero en nuestros corazones quedan sus marcas...

Es necesario crear un mundo de personas Estrella, verlas y sentirlas todos los días, contar con ellas siempre, ver su luz y sentir su calor. Así son los Amigos: estrellas en nuestras vidas.
Se puede contar con los amigos. Ellos son refugio en los instantes de tensión, luz en los momentos oscuros, pan en los períodos de debilidad, seguridad en los pasajes de desánimo.


Al mirar a las personas Cometa es bueno no sentirnos como ellas, ni desear el agarrarnos de su cola. Al mirar a los Cometa, es bueno sentirse Estrella, dejar por sentada nuestra existencia, nuestra constante presencia, vivir y construir una historia personal.


Es bueno sentir que somos luz para muchos amigos y que ellos nos han iluminado a su vez. Es bueno sentir que somos calor para muchos corazones y que esos corazones nos arroparon cuando el frío nos castigó.


Ser Estrella en este mundo pasajero, en este mundo lleno de personas Cometa, es un desafío, pero por encima de todo, una recompensa.
Ser Estrella es nacer, vivir, y no existir apenas.

Eduardo Galeano



LUZ EN LA SOMBRA


Cada vez que descubrimos una conducta que amenaza nuestra paz mental, felicidad, seguridad, se nos suplica que indaguemos en nuestro interior y averigüemos la causa de nuestro proceder.
Si lo hacemos, descubriremos un aspecto de nuestra sombra.
No hace falta un año o toda una vida para conseguirlo.Desvelar un patrón de nuestro pasado puede ser questión de 5 minutos de auténtica sinceridad.
Si descubrimos un impulso en nosotros que hemos ocultado sin saberlo, tenemos el derecho y la capacidad de sacarlo a la luz de nuestra conciencia, perdonarnos por el sufrimiento que nos ha infligido a nosotros y a los demás, y liberarnos de esa conducta saboteadora.
Quizás tengas que enfrentarte al patrón de descuidarte a Tí mismo.
Cuidas y respondes a las necesidades de los demás, los ayudas y los intentas "salvar" pero no tienes ni idea de cuidar de Tí

Tus sueños han sido puestos a un lado, mientras te dedicabas a satisfacer las necesidades de tu esposa, hijos, hermanos o amigos.
Al final, llega un día que ya no puedes seguir descuidando Tus deseos.
Buscas la causa en este patrón preguntádote: ¿Que tipo de persona perseguiría sus sueños y no atendería las necesidades de los demás?
La respuesta que oyes es: "Una persona egoísta".
Por un momento te sientes contento de no ser ese tipo de persona, porque odias a los egoístas.
Si miras hacia atrás recordarás que en las clases de religión te enseñaban lo malo que era ser egoísta, y optaste por lo que creías que era la decisión correcta: que nunca serías así.
Entonces te convertiste en una persona altruista, de gran corazón, adorable, y capaz de hacer cualquier cosa por todo el mundo, y con ese compromiso interno, complacer a la gente se convirtió en Tu patrón.
Para hacer las paces y romper ese ciclo, has de confrontar el rechazo que sientes por el concepto de ser egoísta y manifestar las críticas que tienes hacia todos los que en el pasado consideraste egoístas.
Has de admitir las connotaciones negativas que asocias a la palabra "egoísta" y estar dispuesto a ver que la forma en que estás interpretando la palabra es limitadora, rígida y te quita poder.
Has de observar cómo llegaste a la conclusión de que las personas egoístas eran malas o estaban equivocadas.
Has de estar dispuesto a abrir Tu corazón a esa parte egoísta de Tí y perdonar a todos los que te llevaron a creer que ser egoísta era malo.
Has de aceptar la visión dualista de que ser egoísta conlleva una dosis saludable de egoísmo y otra saludable de altruismo.


Abraham Abulafia, con Mario Sabán