viernes, 11 de mayo de 2012

EL ARGÁN A TRAVÉS DE LA HISTORIA


 El argán es endémico de Marruecos siendo el representante más septentrional de las Sapotaceas, familia botánica esencialmente tropical. Actualmente los bosques de argán ocupan aproximadamente 800.000 hectáreas en el suroeste de Marruecos, encontrándose colonias aisladas de argán al suroeste de Argelia, desde Djbel Ouarkziz a la Hamada de Tinduf.
Las principales provincias arganeras en Marruecos son Taroudant y Essaouira.
Los fenicios, en el siglo X  ya utilizaban el aceite de argán considerándolo un preciado ungüento de belleza imprescindible para evitar la sequedad cutánea y retardar el envejecimiento. En la época fenicia se utilizaba sobretodo en las regiones pre-desérticas de Marruecos.
Los primeros escritos que hacen referencia al argán se remontan a la época de oro de la botánica árabe, cuando geógrafos y sabios estudiosos de los siglos X, XI y XII hacen mención de la existencia de tan preciada especie.
Ali-Ibn-Rodhouan, Al Backri y Chérif Al Idrissi describían al árbol como: “…el árbol del pequeño grano amarillo de tan preciadas propiedades alimentarias y curativas”.
El célebre médico egipcio Abdulallh Ibn-Al-Baytar, fue el autor más destacado en el campo de la botánica y farmacia en la edad de oro de la ciencia árabe, y en 1219 escribió en su obra “Kitab-al-Jami fil Adwyah al-Mufradah (Diccionario  Remedios Simples y Alimentación):
“El argán es un árbol espinoso de gran talla, que da un fruto parecido a la almendra, con una semilla que se tritura para obtener el aceite alimentario. Este árbol de nombre bereber se encuentra en el Magreb extremo, en las zonas de las tribus Hâbâ y Regrâgâ. Es una especie cuyas ramas están cubiertas de afiladas espinas que obstaculizan la recogida del fruto (…) el fruto del argán es parecido a una pequeña almendra. Este árbol adquiere una gran talla y de su fruto, extraído del interior de la nuez recogida y triturada, se obtiene aceite apto para preparaciones alimentarias”
Ali-Ibn-Rodhhouan (siglo X) cuando habla del argán en sus obras destaca: “… su fruto sirve de alimento a cabras y camellos, y que cuando los animales vomitan los granos de argán, estos se recogen y parten para extraer la semilla con la que se elabora el aceite con un método parecido a la extracción del aceite de las olivas”.
Hassan Ben Mohammed Al Ouazzan (Jean-León el Africano), en el año 1515, al describir África destaca la importancia de los árboles de argán que se encuentran en el bosque de los Hâhâ, de los cuales las tribus bereberes producen un aceite de fuerte olor que utilizan para cocinar y para combustible de lámparas. León El Africano menciona también que el argán es un alimento básico para las cabras y para el hombre de las regiones donde se encuentra esta especie.
En el siglo XVIII, uno de los maestros en botánica más grandes de la historia, Linné (Carl Linnaeus) realizó un importante estudio a cerca del argán (año 1737), a partir de muestras de ramas secas en su obra:”Hortus Cliffortianus”


Linné “rebautizó” el argán con el nombre de “Sideroxylon Spinosum”. Recordemos que Linné creó el sistema Naturae que simplificaba la nomenclatura científica de las plantas y los animales dándoles un nombre en latín reconocido en todo el mundo y así evitando tener que conocer como se nombra a cada especie en diferentes idiomas o dialectos. La palabra Sireloxylon significa “madera de hierro” denominación que se le da ha este árbol por la dureza y resistencia de su preciada madera, muy valorada y usada para incrustaciuones en cajas de artesanía Taracea.
M.G. Hôst (1766-1768) en sus memorias de la flora marroquí describe extensamente el argán
Unos años más tarde, los caracteres morfológicos de esta especie fueron detallados extensamente por autores como: Host (1781), Schoushoe (1801), Coerrea de la Serra (1806), De Candolle (1844), Vizconde de Noe (1853), Vanden-Berghe (1889), Engler (1897)…
Coerrea de la Serra en 1806 edita un monográfico del fruto del argán con todo tipo de detalles gráficos.
Ali Bey El Abbassi (Nacido en Barcelona en 1767 con el nombre original de; Domingo Badia Lebbich), estudioso viajero, etnógrafo, cartógrafo y astrónomo que dejó multitud de textos que plasmaban su sabiduría y estudios, describió así el argán (1803): “ Este árbol precioso se reproduce por sí mismo sin necesidad de ser cultivado y tan sólo debemos preocuparnos de recoger sus frutos”
El director del Jardín Botánico Real de Kew – Londres- ("Royal Botanic Gardens, Kew"), Sir J.W. Hooker, en 1854 describe al argán como: “Es la especie botánica principal de la región de los Haha, un árbol que crece sobre un suelo ligero, arenoso y rico. El argán se encuentra generalmente en colinas dónde ninguna otra especie podría vivir por la falta de agua.”
En el siglo XX la información y estudios sobre el argán se multiplicaron:
En 1906, Gentil habla del árbol de Souss dando indicaciones ecológicas sobre la especie remarcando que el argán se encuentra en los bosques de la región de Essaouria y en los Valles de l’Asif-N-Aït-Moussa, zonas que reúnen las condiciones hidrométricas y térmicas óptimas del litoral atlántico para el desarrollo de esta especie.
Emberger define en 1924 la distribución geográfica de los bosques de argán concretando la zona Le Bassin (Rommani) cerca de Oued Grou. Y un año después el mismo autor define los límites climáticos naturales de los bosques de argán en el norte del sistema montañoso de Beni Snassen, cerca de Oujda. Este mismo año Braum-Blanquet Marie publica también los estudios bio-geográficos de la zona del argán.
En el año 1938 Emberger cita en su obra que los bosques de argán ocupaban en la época terciaria extensiones mucho mas grandes que en la actualidad. Las zonas arganeras que se conservan hay en día y que pertenecen a esa época son las de Oued Grou en la región de Rabat y las de Beni Snassen en la región de Oujda-Berkane. Las glaciaciones de la época cuaternaria que afectaron Europa hicieron que la franja arganiera se desplazara geográficamente hacia el sudoeste de Marruecos ocupando posteriormente las zonas de Le Haouz de Marrakech y Tadla
Un año más tarde, el mismo Emberger publica la primera descripción completa de la tipología de los bosques litorales de argán y de los bosques de interior. En el mismo tratado presenta las características florístico-ecológicas de la región arganera y describe otras especies autóctonas como el árbol de la Thuya, el Enebro rojo, el árbol gomero…)
A mitades del siglo XIX, M.Wilson, director científico de Price and Cia., asegura que los granos de argán contienen un alto porcentaje de aceite precioso”.

También hablan del argán en sus obras y trabajos; E. Perrot (1907), Jackson (1909), Brives (1909,1910,1912), Boudy (1914), Hedrick (1919), Jaccard (1926), R. Maire (1929), Dupin (1949), Rieuf (1962), Bénabid (1976), Achhal y Barbero (1982), Boulos (1983), Peltier (1982), Al-Harina (1984), M’Hirit (1998), Maurin (1992), Charrouf (2002) entre otros.
Recientemente, en el año 1981 (Biondi) se descubren en la isla de Cerdeña (Italia) fósiles de madera de la Era Terciaria (periodo Mioceno-Plioceno) pertenecientes al género Arganioxylon que guarda una importante similitud con el Argan (Argania Spinosa)

                                                    Lourdes Prat Ferrer
                                     "El aceite de Argán" Editorial Obelisco

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Abraham Abulafia, con Mario Sabán